sábado, 26 de octubre de 2024

Porqué SI a la Masonería...

 



La Masonería, desde su creación, ha servido como un faro de luz en la búsqueda de la verdad y el perfeccionamiento del ser humano. En este aniversario de la Gran Logia del Austro Ecuatoriano G:.L:.A:.E:., la reflexión sobre este tema nos invita a considerar la vigencia y trascendencia de sus enseñanzas en la actualidad. La respuesta radica en los valores universales y atemporales que la Orden defiende, y en su poder para transformar la vida de los individuos y, a través de ellos, impactar positivamente a la sociedad. 

La Masonería promueve la libertad, no solo como un derecho fundamental, sino como un camino hacia la superación personal y la liberación del pensamiento. La práctica masónica nos desafía constantemente a trascender las limitaciones impuestas por los prejuicios y la ignorancia, llevando a cada hermano a una búsqueda incansable por la verdad. Esta búsqueda no se da en soledad, sino en el seno de la Logia, donde todos los hermanos son considerados iguales. En este espacio, las diferencias sociales, religiosas o políticas se desvanecen, permitiendo que la verdadera esencia del ser humano brille y que el esfuerzo por pulir nuestra piedra en bruto sea compartido por todos.

 El lazo fraternal que une a los masones se convierte en una fuerza capaz de superar cualquier obstáculo. La fraternidad no se limita a un sentimiento de hermandad, sino que se materializa en el compromiso de apoyo mutuo y ayuda desinteresada. Es en este contexto que la Masonería trasciende su papel de formación individual para convertirse en un agente de cambio positivo en la sociedad. La acción masónica no se reduce a la reflexión interna; se extiende hacia la comunidad a través de la filantropía y el trabajo social, demostrando que los ideales de nuestra Orden pueden y deben traducirse en actos concretos que mejoren la vida de quienes nos rodean.

 En un mundo contemporáneo caracterizado por divisiones, conflictos y pérdida de valores, la Masonería surge como un recordatorio de la necesidad de mantener viva la llama del conocimiento, la virtud y la moralidad. Es una escuela de formación en la que se enseñan lecciones difíciles de encontrar en otros ámbitos, y donde el aprendizaje no termina con la instrucción teórica, sino que se manifiesta en la práctica diaria. La enseñanza masónica incita a cada hermano a actuar con integridad, a fomentar la justicia y a practicar la caridad no solo dentro de la Logia, sino en todos los aspectos de la vida.

 La contribución de la Masonería a la sociedad no se limita a la formación de mejores individuos, sino que también abarca la creación de espacios de diálogo y tolerancia en los que es posible unir personas de diferentes pensamientos y creencias. En una época de creciente polarización, este espíritu de unión es esencial para la construcción de un futuro más pacífico y justo, en el que la diversidad sea entendida como una fortaleza y no como una fuente de conflicto.

 ¿Por qué sí la Masonería? Porque sus principios de libertad, igualdad y fraternidad siguen siendo relevantes y necesarios en el mundo actual. Porque ha demostrado, a lo largo de los siglos, su capacidad para transformar vidas y contribuir al bien común. Porque en cada tenida, cada trabajo realizado, se reafirma el compromiso de los masones con la búsqueda de la verdad y la construcción de una sociedad más justa y fraterna. Este aniversario de la G:.L:.A:.E:. es una oportunidad para renovar nuestros votos y redoblar nuestro compromiso con los ideales que nos guían, asegurando que la luz de la Masonería continúe iluminando nuestro camino y el de la humanidad entera.

 Que este aniversario sea un momento de celebración, reflexión y reafirmación de nuestra misión, y que la Masonería siga siendo un faro de esperanza y progreso en los años venideros. ¡Que la luz que hemos recibido siga brillando con fuerza en nuestros corazones y en nuestras obras!

 "Las virtudes que ennoblecen al hombre se amplían, fomentan y practican en los templos masónicos, regularizan la vida privada y son la norma de los más altos deberes políticos".

George Washington.

                                                                                                      

 Augusto Cabrera-Duffaut.

V:.M:.


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jueves, 12 de septiembre de 2024

La ética Aristotélica y su aplicación en la vida masónica

 


A.’. L.’. G.’. D.’. G.’. A.’. D.’. U.’.

(A la gloria del Gran Arquitecto del Universo)

 

AA.’. LL.’. y AA.’. MM.’.

(Antiguos Libres y Aceptados Masones)

 

F.’. B.’. R.’. L.’. S.’.

(Fundadora Benemérita Respetable Logia Simbólica) Hiram Abif Nro. 2

 

Or.’. (Oriente) de Cuenca, 05 de JULIO de 2024 e.’. v.’.

(Era Vulgar) 6024 a.’. d.’. l.’. l.’. (Años de la Luz)

 

 

“LA ETICA ARISTOTELICA Y SU APLICACIÓN EN LA VIDA MASONICA”

 

La ética aristotélica y su aplicación en la vida masónica pueden ser temas interesantes para explorar, ya que ambas tradiciones filosóficas comparten ciertos principios y valores fundamentales.

Aristóteles, filósofo griego, desarrolló una ética centrada en la idea de la búsqueda de la felicidad a través de la realización de las virtudes. Según Aristóteles, la ética no se trata solo de cumplir normas externas, sino de cultivar hábitos y disposiciones que nos lleven a vivir una vida buena y plena (eudaimonia).

Las principales virtudes éticas en el pensamiento aristotélico incluyen la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza. Estas virtudes se adquieren a través de la práctica habitual y la razón práctica, y su desarrollo requiere un equilibrio y una armonía entre nuestras acciones, deseos y emociones.

La Masonería es una tradición fraternal y filosófica que se basa en principios éticos y morales destinados a guiar la conducta de sus miembros hacia el perfeccionamiento moral y espiritual. Algunos principios comunes entre la ética aristotélica y la Masonería incluyen:

  1. Búsqueda de la virtud: Tanto Aristóteles como la Masonería promueven la idea de cultivar virtudes como la justicia, la benevolencia, la discreción y la integridad.
  2. Desarrollo personal: Ambas tradiciones enfatizan el autodesarrollo a través del conocimiento de sí mismo y la mejora constante de uno mismo.
  3. Ética del deber y la responsabilidad: La Masonería enseña a sus miembros sobre el cumplimiento del deber hacia Dios, la familia, los vecinos y uno mismo, reflejando la preocupación aristotélica por vivir en armonía con la comunidad y con uno mismo.
  4. Educación moral: Tanto Aristóteles como los masones creen en la importancia de la educación moral y ética para formar individuos virtuosos y contribuir positivamente a la sociedad.
  5. Ética aplicada: Ambas tradiciones no solo se centran en principios abstractos, sino que también buscan aplicar esos principios en la vida diaria, en las decisiones personales y en las interacciones sociales.

En resumen, la ética aristotélica proporciona un marco filosófico que puede complementar y enriquecer la vida masónica, ofreciendo principios sólidos para la reflexión moral y el desarrollo personal dentro de la fraternidad masónica.

Aristóteles utilizó por primera vez el término ética para nombrar un campo de estudio desarrollado por sus predecesores Sócrates y Platón. En filosofía, la ética es el intento de ofrecer una respuesta racional a la pregunta de cuál es la mejor forma de vivir de los seres humanos. Aristóteles consideraba la ética y la política como dos campos de estudio relacionados pero separados, ya que la ética examina el bien del individuo, mientras que la política examina el bien de la ciudad-estado, que consideraba el mejor tipo de comunidad.

Como argumenta Aristóteles el hombre que posee la excelencia del carácter tenderá a hacer lo correcto, en el momento adecuado y de la manera correcta. Un ser humano excepcional es un ser exitoso ejemplo de humanidad. Una persona que vive una vida excepcional hasta la muerte alcanzado su fin.​

La valentía y la correcta regulación de los apetitos corporales son ejemplos de excelencia o virtud de carácter. Así que actuar con valentía y actuar con moderación son ejemplos de actividades excelentes. Los objetivos más elevados son vivir bien, con un bienestarfelicidad o "florecimiento humano". Aristóteles considera que la actividad excelente es placentera para el hombre virtuoso. Por ejemplo, Aristóteles piensa que el hombre cuyos apetitos están en el orden correcto en realidad se complace en actuar con moderación.

Aristóteles enfatizó que la virtud es práctica y que el propósito de la ética es volverse bueno, no meramente conocer. Aristóteles también afirma que el curso de acción correcto depende de los detalles de una situación particular, en lugar de generarse simplemente mediante la aplicación de una ley.

El tipo de sabiduría que se requiere para esto se llama "prudencia" o "sabiduría práctica", Pero a pesar de la importancia de la toma de decisiones prácticas, en el análisis final, la respuesta original aristotélica y socrática a la pregunta de cómo vivir mejor, al menos para los mejores tipos de humanos, fue, si era posible, vivir la vida de la filosofía.

Sostuvo lo que hoy se llama una ética de las virtudes. Aristóteles enfatizó la importancia práctica de desarrollar la excelencia (virtud) del carácter, como la forma de lograr lo que finalmente es más importante, una conducta excelente. Según Aristóteles, las virtudes más importantes son las virtudes del alma, principalmente las que se refieren a la parte racional del hombre

La ética aristotélica, basada en la búsqueda de la felicidad a través de la virtud y el equilibrio, puede tener aplicaciones significativas en diversos aspectos de la vida, incluida la práctica masónica. La idea de cultivar virtudes como la amistad, la justicia, la templanza y el valor, resuena con los principios de la Masonería que promueven el autoconocimiento, la fraternidad y el servicio a los demás.

Aristóteles consideraba que la felicidad era el fin último del ser humano y que esta se alcanzaba a través de la práctica de la virtud. Según él, las virtudes son hábitos adquiridos que nos permiten actuar de manera ética y alcanzar la excelencia humana.

Dentro de las virtudes aristotélicas se encuentran la prudencia, la justicia, la valentía y la templanza, entre otras. Estas virtudes se relacionan con encontrar el punto medio entre los extremos de los vicios, es decir, buscar el equilibrio en nuestras acciones y emociones.

En el contexto masónico, estos principios éticos pueden resonar con la idea de trabajar en uno mismo para ser una mejor persona y contribuir positivamente a la sociedad. La Masonería promueve valores como la tolerancia, la solidaridad y el respeto mutuo, que se alinean con la búsqueda de la virtud en la ética aristotélica.

En la Masonería, se fomenta el autoconocimiento, el crecimiento personal y la búsqueda de la verdad. Estos principios se relacionan con la idea aristotélica de que la virtud se desarrolla a través de la práctica y el hábito. Al cultivar virtudes como la generosidad, la sinceridad, la lealtad y la sabiduría, los masones buscan mejorar como individuos y contribuir positivamente a la sociedad.

En el día a día, podemos aplicar estos principios éticos al tomar decisiones conscientes basadas en la búsqueda del equilibrio y la excelencia moral. Al practicar la prudencia al tomar decisiones, la justicia en nuestras acciones, la valentía para enfrentar desafíos y la templanza en nuestras emociones, podemos avanzar hacia una vida más plena y ética.

En la ética aristotélica, se destaca la importancia de la amistad como un componente fundamental para una vida feliz y virtuosa. Aristóteles consideraba que los amigos son un apoyo invaluable en nuestro crecimiento personal y moral, ya que nos ayudan a cultivar virtudes como la generosidad, la lealtad y la empatía.

En el contexto masónico, la fraternidad es uno de los pilares fundamentales de la Masonería. Los masones se comprometen a tratar a los demás con respeto, comprensión y solidaridad, creando así una red de apoyo mutuo basada en valores éticos compartidos.

Aplicar estos principios en la vida diaria implica cultivar relaciones significativas, basadas en la confianza y el respeto mutuo. Al practicar la amistad virtuosa y la fraternidad masónica, podemos enriquecer nuestras vidas y contribuir a un mundo más justo y armonioso.

Tanto en la ética aristotélica como en los principios masónicos, se destaca la idea de que las relaciones humanas basadas en la amistad y la fraternidad son esenciales para el desarrollo de virtudes como la generosidad, la lealtad y la solidaridad. Al tener amigos verdaderos y hermanos masónicos con quienes compartimos valores y propósitos comunes, podemos crecer juntos en el camino hacia una vida más plena y ética.

En nuestra vida cotidiana, podemos aplicar estos principios al cultivar relaciones auténticas, basadas en el respeto mutuo, la empatía y el apoyo reciproco. La amistad virtuosa y la fraternidad masónica nos brindan un espacio seguro para crecer como individuos y contribuir positivamente a nuestro entorno.

Otro aspecto importante a considerar es la idea de la búsqueda de la sabiduría y el conocimiento en la ética aristotélica y en la Masonería. Tanto Aristóteles como los masones valoran el aprendizaje continuo y la reflexión como medios para alcanzar la excelencia moral y personal.

En la ética aristotélica, se destaca la importancia de la prudencia, como la virtud que nos permite tomar decisiones éticas basadas en un conocimiento práctico y una comprensión profunda de las circunstancias. En la Masonería, el simbolismo y los rituales se utilizan como herramientas para transmitir enseñanzas morales y filosóficas que invitan a la reflexión y al crecimiento personal.

Aplicar estos principios en nuestra vida implica cultivar una actitud de aprendizaje constante, estar abiertos a nuevas ideas y perspectivas, y buscar siempre la verdad y la sabiduría en nuestras acciones y pensamientos.

En la ética aristotélica y en la Masonería, la búsqueda de la sabiduría se vincula estrechamente con el concepto de autodisciplina y autoconocimiento. Aristóteles consideraba que la sabiduría es el resultado de una vida de reflexión, autocontrol y búsqueda constante de la verdad. De manera similar, en la Masonería se alentamos entre nosotros a autoevaluarnos, a mejorar nuestras debilidades y a cultivar virtudes que nos acerquen a la sabiduría.

La idea de que el conocimiento y la sabiduría son fundamentales para una vida ética y plena se refleja en el lema masónico "Conócete a ti mismo", que invita a cada individuo a explorar su interior, sus motivaciones y sus valores para crecer como persona y como miembro de la sociedad.

Al aplicar estos principios en nuestra vida diaria, podemos cultivar una mentalidad de crecimiento, estar abiertos al aprendizaje continuo y ser conscientes de nuestras acciones y sus consecuencias en nuestro entorno.

En la ética aristotélica, la búsqueda de la sabiduría se relaciona estrechamente con la noción de "felicidad" o "bienestar floreciente". Aristóteles consideraba que la felicidad no consiste en la búsqueda del placer o la riqueza, sino en el desarrollo de virtudes como la prudencia, la justicia y el coraje, que nos permiten vivir una vida plena y ética.

En cuanto a la Masonería, la búsqueda de la sabiduría se manifiesta a través de la práctica de los rituales, símbolos y enseñanzas que invitan a los miembros a reflexionar sobre su propósito en el mundo, su relación con los demás y su responsabilidad ética como individuos.

La autoconciencia y el autoconocimiento son aspectos fundamentales en esta búsqueda de la sabiduría, ya que nos permiten comprender nuestras motivaciones, superar nuestros defectos y cultivar virtudes que nos acerquen a una vida ética y significativa.

Al profundizar en estos conceptos, podemos descubrir nuevas formas de crecimiento personal y social, así como contribuir al bienestar colectivo a través de nuestras acciones y decisiones informadas por la sabiduría y el autoconocimiento.

Otro aspecto interesante a considerar es cómo la búsqueda de la sabiduría y el autoconocimiento puede impactar positivamente nuestras relaciones interpersonales y nuestra contribución a la sociedad en general.

Cuando nos esforzamos por conocer nuestras fortalezas y debilidades, así como nuestras motivaciones más profundas, podemos desarrollar una mayor empatía hacia los demás, comprender sus perspectivas y actuar de manera más ética y solidaria en nuestras interacciones diarias.

Aristóteles creía que el conocimiento ético no es solo un conocimiento teórico, sino que una persona debe tener "experiencia de las acciones en la vida" y haber sido "educada en buenos hábitos" para volverse buena. Para que una persona se vuelva virtuosa, no puede simplemente estudiar qué es la virtud, sino que debe hacer cosas virtuosas.

En el contexto social, la sabiduría y el autoconocimiento nos permiten tomar decisiones informadas que no solo benefician nuestro bienestar personal, sino que también contribuyen al bien común. Al ser conscientes de nuestras propias limitaciones y virtudes, podemos trabajar en colaboración con otros para abordar desafíos colectivos y promover un ambiente de respeto mutuo y comprensión.

En resumen, la búsqueda de la sabiduría y el autoconocimiento no solo enriquecen nuestra vida individual, sino que también fortalecen nuestros lazos con la comunidad y nos impulsan a ser agentes de cambio positivo en el mundo que nos rodea.

En la ética aristotélica, la búsqueda de la sabiduría se enmarca en el concepto, que se traduce como prudencia o sabiduría práctica, implica la capacidad de discernir lo correcto y lo incorrecto en función de valores éticos universales y de las circunstancias específicas del momento.

En el contexto masónico, la búsqueda de la sabiduría se lleva a cabo a través de la contemplación de los símbolos y rituales que forman parte de la tradición de la Masonería. Estos elementos simbólicos actúan como herramientas para transmitir enseñanzas morales y filosóficas que invitan a los miembros a reflexionar sobre su papel en el mundo, su relación con los demás y su responsabilidad ética como individuos.

Mi palabra Venerable Maestro.

 

 

Q\H\ CHRISTIAN ASTUDILLO AVILA

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Arquitectura del Alma: Diseño personal para el crecimiento espiritual

 


A.·. L.·. G.·. D.·. G.·. A.·. D.·. U.·.

AA.·. LL.·. y AA.·. MM.·.

F.·. B.·. R.·. L.·. S.·. HIRAM ABIF No. 2

 

TRAZADO:

ARQUITECTURA DEL ALMA: DISEÑO PERSONAL PARA EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL

 

V.·. M.·., Q.·. Q.·. H.·. H.·.:

 

“Y ENTONCES un hombre dijo: «Háblanos del conocimiento de uno mismo».

Y él respondió:

«En silencio, vuestros corazones saben los secretos de los días y de las noches.

Mas vuestros oídos ansían escuchar el eco del conocimiento de vuestro corazón.

Quisierais saber en palabras lo que siempre supisteis en pensamiento.

Quisierais tocar con vuestros dedos el desnudo cuerpo de vuestros sueños.

Y es bueno que así sea.

El recóndito manantial de vuestra alma necesita brotar y correr murmurando hacia el mar.

Y el tesoro de vuestra profundidad infinita se revelaría entonces a vuestros ojos.

Mas no tratéis de pesar en balanzas vuestro tesoro desconocido.

Ni exploréis las profundidades de vuestro conocimiento con cayados ni sondas.

Porque el yo es un mar intinito, inconmensurable.

No digáis: "He hallado la verdad", sino: "He hallado una verdad".

No digáis: "He encontrado la senda del alma".

Decid más bien. "He encontrado al alma caminando por mi senda."

Porque el alma camina por todas las sendas.

El alma no va en línea recta, ni crece como una caña.

El alma se despliega como un loto de innumerables pétalos».”.

 

Gibrán Jalil Gibrán, “El Profeta”, 2016. EDAF, Madrid-España.

Alma y espiritualidad son dos abstracciones que han ocupado el pensamiento complejo del ser humano.

 

Sobre el primer enunciado, Aristóteles en su tratado “Acerca del Alma”, acepta la existencia de ella, aunque su postura es sustancialmente ajena a las connotaciones religiosas tradicionales; su perspectiva más bien se centra en la explicación del fenómeno de la vida. Dice el autor: “Resulta, sin duda, necesario establecer en primer lugar a qué género pertenece y qué es el alma —quiero decir, si se trata de una realidad individual, de una entidad o si, al contrario, es cualidad, cantidad o cualquier otra de las categorías que hemos distinguido— y, en segundo lugar, si se encuentra entre los seres en potencia o más bien constituye una cierta entelequia. La diferencia no es, desde luego, desdeñable.”. El razonamiento subyacente a su planteamiento es, más o menos el siguiente: en el ámbito de los seres naturales, tenemos vivientes y no vivientes, separados por una barrera ontológica infranqueable; por tanto, debe existir algo que constituya la raíz de aquellas actividades y funciones que son exclusivas de los seres vivientes. Este algo, para Aristóteles, es el alma o “psyché”. El problema radica entonces, en determinar la naturaleza de ese algo. Cabría decir que se trata de encontrar una referencia adecuada al término «alma» y tal búsqueda sólo es posible a través de una investigación filosófica y empírica de las funciones vitales. Aristóteles se cuestiona en primera instancia, qué tipo de realidad es el alma. Hipótesis que a su vez se enfrenta a dos cuestiones fundamentales: si el alma es una entidad que constituye una realidad meramente accidental; o, si se trata de la capacidad para vivir que poseen ciertos cuerpos naturales y de la cual carecen los seres inanimados. Desde luego no siendo tema de este trazado el profundizar sobre el método utilizado; el autor concluye en una teoría nueva acerca del alma, alejada de especulaciones anteriores a su estructura, pero no exenta de ciertas ambigüedades.

 

Por otro lado, espiritualidad es un concepto un tanto más complejo que el anterior. Generalmente el ser humano promedio, confunde la espiritualidad con la religión; siendo este último término, quien ha admitido múltiples interpretaciones. Por ejemplo, Cicerón dice que los religiosos son los que hacen una relectura de los cultos divinos, aunque la interpretación más aceptada es la que lo vincula a la palabra “religare”, es decir, estar ligado o atado, seguramente a Dios y sus circunstancias. Sin embargo, hoy en día, hasta las creencias religiosas han sufrido el materialismo abrumador de la occidentalización del ser humano, siendo en la mayoría de casos, una confusión entre causalidad y correlación. Dicho de otra forma, la religión ofrece al ser humano una esperanza material; la luz al final del túnel es ese tipo de angustia existencial que grita por una solución evolutiva, y la cultura humana parece haber inventado una de las mejores: la muerte no es el final, sino solo una estación hacia otro lado, es decir, la muerte real como un presagio de una vida simbólica.

 

Gracias a la ciencia y al desarrollo del conocimiento humano, se han develado misterios que la religión se ha perpetuado en ocultar. Por ejemplo, una de las más increíbles hazañas de la ciencia: el Proyecto del Genoma Humano. El creyente hoy en día, puede saber con claridad que, don Isaac tuvo dos hijos, quienes siguieron caminos muy diferentes: Ismael, casado con una mujer egipcia, Hagar; y, Abraham, quien fundó una familia con su esposa Sara. Así, los descendientes de Ismael y de Abraham—árabes e israelitas—comparten el cromosoma Y que heredaron del abuelo Isaac.

 

Aquí debo destacar algo importante, mientras revisaba bibliografía para el trazado, realizaba un breve análisis de algunas conocidas religiones. La que más llamo mi atención fue el budismo, ésta se ha acercado a la neurociencia más que las otras; efectivamente, el budismo está muy interesado en entender cómo se generan otros estados de conciencia, así como el efecto que tiene la meditación sobre el cerebro. En un estudio que realiza Robert Thurman, profesor de estudios budistas indo-tibetanos en la Universidad de Columbia (Estados Unidos) y presidente del Instituto Americano de Estudios Budistas, usa como ejemplo el Libro tibetano de los muertos, que aborda mucho acerca de la cuestión del karma, como una suerte de energía que se va traspasando en las reencarnaciones que supimos conseguir.

 

Carl Sagan también nota que muchas religiones suelen hacer enormes estatuas de sus dioses, seguramente con el objetivo de hacernos sentir muy pequeños. Sobre ello decía: “Pero si ese es el propósito, pueden guardarse sus íconos. Solo necesitamos mirar hacia arriba para sentirnos pequeños”.

 

En otra orilla están los químicos enteógenos, a los cuales se accede generalmente a través de las plantas consideradas sagradas en ciertas culturas. Lo más interesante de esto, es que las experiencias en gran parte de sujetos son muy parecidas, una analogía al inconsciente colectivo que formuló Jung.

 

Considero en este punto, mencionar el trabajo de otro importante teórico, quien aún genera dudas sobre su desaparición de este plano; me refiero a Jacobo Grinberg. Jacobo exploró las fronteras de la mente y la conciencia, nos dejó un vasto conocimiento que ha transformado nuestra comprensión del ser humano. Su obra, que integra disciplinas como la psicofisiología, la neurociencia, la antropología y el chamanismo, ofrece una visión profunda y multidimensional del desarrollo del ser y la conciencia.

 

En el corazón de la propuesta de Grinberg se encuentra la Teoría Sintérgica, un marco conceptual que busca integrar las diversas perspectivas sobre la conciencia humana. Esta teoría propone que la conciencia no es un fenómeno aislado, sino que está intrínsecamente conectada con el universo que nos rodea.

 

Para Grinberg, el desarrollo del ser es un proceso de expansión de la conciencia, un viaje hacia la plenitud de nuestro potencial humano. Este viaje implica la exploración de diferentes estados de conciencia, desde los más ordinarios hasta los más profundos y trascendentales. A través de estas experiencias, podemos acceder a nuevas dimensiones de conocimiento y comprensión, y cultivar una mayor conexión con nosotros mismos, con los demás y con el cosmos.

 

Uno de los conceptos clave en la obra de Grinberg es el de holotrópica. La conciencia holotrópica se refiere a un estado de conciencia expandida en el que somos capaces de trascender las limitaciones de la mente racional y experimentar la realidad de manera más completa e interconectada.

 

Grinberg propuso que podemos acceder a la conciencia holotrópica a través de diversas técnicas, como el chamanismo, la meditación, el trabajo con los sueños y ciertas sustancias psicoactivas. Sin embargo, enfatizó que el objetivo no es simplemente "alcanzar" estos estados, sino utilizarlos como herramientas para el crecimiento personal y la transformación.

 

Mi personal conclusión:

 

La oscuridad de las doctrinas religiosas y los abusos que engendraron, llevaron a buen número de espíritus al materialismo. Creemos que todo acaba con la muerte, que el hombre no tiene otro destino que desvanecerse en la nada.

 

Si la vida está circunscrita entre la cuna y la tumba, si las perspectivas de la inmortalidad no vienen para alumbrar nuestra existencia, el hombre no tiene ya otra ley que la de sus instintos, la de sus apetitos, la de sus goces. Poca importancia tiene que le gusten el bien y la equidad. Si sólo aparece y sólo desaparece de este mundo, si se lleva con él, en el olvido, sus esperanzas y sus afectos, sufrirá tanto más cuanto más elevadas sean sus aspiraciones; anhelando la justicia, el desolado ser humano, se considera condenado por no ver casi nunca su consecución; apasionado por el progreso, sensible a los dolores de sus semejantes, se imagina que se apagará antes de haber visto triunfar sus principios.

 

Cuando, descendiendo en el fondo de nosotros mismos queremos aprender a conocernos, a analizar nuestras facultades; cuando, apartando de nuestra alma la esperanza que acumula allí la vida, el envoltorio espeso cuyos prejuicios, errores y sofismas revistieron nuestra inteligencia, penetramos en los dobleces más íntimos de nuestro ser, nos encontramos allí cara a cara con estos principios augustos que nos aporta la masonería, sin los cuales no habría grandeza para la humanidad: el amor al bien, el sentimiento de la justicia, libertad y del progreso. Estos principios, que se encuentran en grados diversos, tanto en casa del ignorante como en casa del hombre sabio, no pueden provenir de la materia, que está privada de tales atributos. Y si la materia no posee estas cualidades, ¿cómo podría formar, ella sola, seres dotados de ellas? El sentido de lo bello y de la verdad, la admiración que experimentamos hacia las obras grandes y generosas, no podrían tener el mismo origen que la carne de nuestros cuerpos o la sangre de nuestras venas.

 

En la obra “El Arte de ser feliz”, Shoppenhauer al explicar sobre la eudemonología dice: “Todos los lujos y placeres representados en la conciencia apagada de un necio son pobres frente a la conciencia de Cervantes cuando escribió el Don Quijote en una cárcel incómoda. Lo que uno tiene por sí mismo, lo que le acompaña en la soledad sin que nadie se lo pueda dar o quitar, esto es mucho más importante que todo lo que posee o lo que es a los ojos de otros. Una persona llena de espíritu se entretiene a la perfección en la soledad más absoluta con sus propios pensamientos y fantasías; mientras que una persona con el espíritu romo siente aburrimiento a pesar de constantes distracciones de teatro, fiestas y excursiones.”.

 

Mis QQ:. HH:., tal vez ustedes hayan quedado más convencidos de que sí, de que hay un Dios, inventado a nuestra imagen y semejanza, y tan cercano que hasta vive dentro de nosotros. Si naufragáramos en una isla sin Dios, no nos quedaría otra posibilidad que inventarlo de nuevo.

 

Concluyo el presente trazado, parafraseando al célebre escritor indú, Rabindranath Tagore, “¡Qué a gusto se halla el alma en tu jardín, jardinero!... Di adiós al huésped que se va y borra la huella de su paso. Acoge sonriente lo claro, lo sencillo, lo cercano...”.

 

 

Or.·. de Cuenca, 19 de juli0 de 2024 e.·. v.·.

 

Es mi Palabra V.·. M.·.

 

 

 

 

 

Juan Andrés Carpio Arévalo

M.·. M.·.

 

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viernes, 26 de enero de 2024

MICHEL FOUCAULT, FILOSOFÍA DEL PODER

 

A:.L:.G:.G:.A:.D:.U:.

G:.L:.A:.E:.

AA:.LL:. y AA:.MM:.

  

MICHEL FOUCAULT, FILOSOFÍA DEL PODER


 

El humanismo es todo aquello a través de lo cual se ha obstruido el deseo de poder en Occidente —prohibido querer el poder, excluida la posibilidad de tomarlo—.

Michel Foucault






 

Sobre la vida de Foucault

Michel Foucault considerado el filósofo del poder junto a Sartre son considerados los pensadores franceses más importantes del siglo XX, nación en Poiters Francia en 1926, falleció en Parías en 1984, estudió filosofía en la École Normale Supérieure de París y ejerció la docencia en las universidades de Clermont-Ferrand y Vincennes, tras lo cual entró en el Collège de France (1970).

 

Etapas del Pensamiento de Foucault

Desde las principales influencias de Foucault que fueron Nietzshce, Hidegger y Freud, podemos ver la amplitud de las perspectivas de su pensamiento, el que tiene varias etapas, así una primera en su ensayo titulado Las palabras y las cosas (1966) donde desarrolló una importante crítica al concepto de progreso de la cultura, al considerar que el discurso de cada época se articula alrededor de un paradigma determinado, y que por tanto resulta incomparable con el discurso de las demás.

En una segunda etapa, Foucault dirigió su interés hacia la cuestión del poder, y en Vigilar y castigar (1975) realizó un análisis de la transición de la tortura al encarcelamiento como modelos punitivos, para concluir que el nuevo modelo obedece a un sistema social que ejerce una mayor presión sobre el individuo y su capacidad para expresar su propia diferencia.

En el último volumen de su Historia de la sexualidad, titulado La preocupación de sí mismo (1984), defendiese una ética individual que permitiera a cada persona desarrollar, en la medida de lo posible, sus propios códigos de conducta.

 

El Poder para Foucault

Siempre nos ha resultado difícil definir al poder, bien pudiese entenderse como la capacidad de un individuo o grupo para influir en otros de manera premeditada, o la potestad de controlar a otros con sustento en una autoridad legítimamente establecida y este juego de ideas nos va a dirigir a otras nociones y postulados, dependiendo desde que punto de vista interpretemos este concepto, sin embargo si alguien puede llevarnos a la comprensión de lo que es el poder es Michel Foucault, imbuido por aquellas protestas y críticas anti sistemas, que atacaron al capitalismo, el imperialismo, la autoridad y la sociedad de consumo en el Mayo francés de 1968, con su célebre prohibido prohibir.

Este evento es considerado el punto de vista de la crítica social a la noción de poder, muchas reflexiones surgieron en este momento histórico, así tenemos que el poder delos partidos políticos, de las empresas, de las escuelas, de las Estados, y en general, de las instituciones sociales tradicionales. Un poder de carácter rígido y vertical que era visto como un obstáculo para las libertades y el avance de las sociedades.

Se fortalece este punto el discurso de crítica a la autoridad y al poder en todos los ámbitos sociales como la familia, el ámbito profesional, el laboral, el sexual, etc.

El poder se convierte en eje central del pensamiento de Michel Foucault, su concepción determina una nueva visión sobre este aspecto, que parte de definir en sociedad lo que es considerado normal o anormal (este será en sí un ejercicio de poder).

Para Foucault, el poder no se ejerce simplemente cuando las fuerzas de seguridad de un Estado reprimen una manifestación o el Gobierno prohíbe hacer algo a través de instrumentos como las leyes.

El poder para Foucault siempre es productivo, no solo impone límites y restringe las acciones de las personas, también crea nuevas formas de comportamiento y subjetividad.

El poder es algo intrínseco de los vínculos sociales y, por tanto, es algo que está insertado en todas las relaciones sociales que establecemos: jefe-empleado, profesor-alumno, médico-paciente, padres-hijos, etc. El poder se establece a través de relaciones de poder que unas personas ejercen hacia otras en la vida cotidiana, se ejerce y varía dependiendo del papel y la situación, en ocasiones seremos sujetos que ejerzamos el poder, en otro caso estaremos en la otra parte de la relación.

Siendo que el poder opera a través de las relaciones de poder y estas son sociales y culturales, a su vez dinámicas, las diferentes formas de poder pueden ser explícitas o implícitas.

Con lo dicho, las relaciones de poder son cambiantes, flexibles y, además, están influenciadas por relaciones de saber, en nuestra realidad actual se transforma en una importante noción para determinar las relaciones sociales y el ejercicio del poder, el reconocimiento de que el poder es saber, esta último lo legitima, existe para Foucault una dialéctica entre saber y poder. Critica la verdad como un concepto determinista del saber (impositivo), Foucault nos invita a poner en duda toda VERDAD... o cuanto menos a preguntarnos qué ocultos efectos de poder persigue.

El poder supone, por tanto, la otra cara (la cara oculta) del saber y
de la verdad.  La verdad es de este mundo, y está sujeta, por tanto, al poder.

La verdad no existe aislada de los sistemas de poder que la producen y mantienen. Así, el poder está determinando, tanto qué discurso es aceptado como verdadero, como qué criterios, procedimientos, instituciones y personas pueden distinguir un discurso “verdadero” de otro “falso”, de esta forma Foucault usa la concepción del poder para criticar el sistema educativo, como espacio de reproducción de ese poder por intermedio de la autoridad del profesor, y la imposición de verdades pre establecidas e impuestas verticalmente.

También usa su concepción del poder para entender las instituciones sociales que dirigen y regulan la vida de los sujetos y de la población a través de determinadas normas, reflexiona que los individuos somos un producto de la normalización institucional, ya que a lo largo de nuestra vida nos moldean múltiples instituciones, como la familia, la escuela, la iglesia, la empresa, etc. Estas instituciones moldean comportamientos, acciones, gustos, deseos, hábitos e incluso nuestros cuerpos. Todo esto lo realizan a través de las normas que tenemos que interiorizar para formar parte de una sociedad productiva.

Abro un paréntesis para referirme a dos conceptos desarrollados por Foucault, el biopoder y la biopolítica. Con biopoder Foucault hace referencia a los intereses y las prácticas enfocadas a regular la vida biológica de la población que surgen en la época moderna. Biopolítica sería el conjunto de políticas encaminadas o que tienen la intención de gestionar el biopoder, conceptos que indica son características históricas de la modernidad y la expansión del capitalismo moderno y que determinaron el nacimiento de disciplinas como la demografía y sus herramientas como censos, control de crecimiento poblacional etc.

Esta biopolítica no es necesariamente negativa, pues puede guiar el desarrollo de los Estados democráticos y el modelo de Estado de bienestar, o puede como el caso de la Alemania Nazi dirigir el exterminio de grupos de población.

Retornando al tema de análisis, el poder como se ha visto puede tener diferentes formas, económico, político o social, y puede ser otorgado a través del dinero, la autoridad la educación, la fuerza o el prestigio.

El poder puede ser utilizado para su conservación y reproducción, mantener el estatus quo, resistirse a cambios sociales o promoverlos de convenir a los intereses de quienes lo ostentan, debiendo recordar que el poder no está distribuido equitativamente en una sociedad, no siendo necesariamente utilizado de manera justa y equitativa para el beneficio de toda una comunidad.

 

Conclusiones

De estas reflexiones se desprende que, la obra de Foucault sobre el poder es una de las más influyentes en el pensamiento político y social contemporáneo, no es el poder algo que se ejerce por los individuos, sino que está intrínsecamente ligado a las relaciones sociales y culturales.

Es así que el poder no sólo funciona a nivel político, sino que está presente en todas las relaciones y actividades sociales, familia, trabajo, educación. No puede ser eliminado, puede resistirse y transformarse, siendo este el origen de la desobediencia civil, la crítica intelectual y las acciones directas que se realicen contra toda acción que pretenda menoscabar el poder de un individuo o grupo.

Las reflexiones de Foucault sobre el poder nos remiten a la importancia de comprender como este funciona en nuestra sociedad y transformar las relaciones de poder para crear una sociedad más equitativa y justa, lo que en masonería podríamos decir, una sociedad más fraterna.

 

Mi palabra,

 

Carlos Alberto Jérvez Puente,

M:.M:.

 

 

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jueves, 25 de enero de 2024

CONCEPCIONES SOBRE LA DEMOCRACIA, ANÁLISIS SOBRE EL CASO ECUATORIANO

 A.·. L.·. G.·. D.·. G.·. G.·. D.·. U.·.

AA.·. LL.·. y AA.·. MM.·.

F.·. B.·. L.·. S.·. HIRAM ABIF No. 2

“Algún día América tendrá una voz de continente, una voz de pueblo unido. Una voz que será respetada y oída; porque será la voz de pueblos dueños de su propio destino”.

Q:. H:. Salvador Allende



1.     Inicio

En el presente trazado, se explorarán diferentes concepciones sobre la democracia y se realizará un análisis sobre el caso ecuatoriano, evaluando si los principios democráticos proclamados en su Constitución se reflejan en la práctica política del país. Además, se abordará de forma brevísima la relación entre la democracia y la masonería, considerando el potencial democrático de la Orden y su relevancia en la sociedad actual. En conjunto, este análisis busca comprender la naturaleza de la democracia en diferentes contextos y su evolución a lo largo del tiempo, con el fin de arrojar luz sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan “las democracias” en la actualidad.

 2.     El sintagma

El significado y desarrollo del sintagma "dêmokratía". La etimología de la palabra, derivada de los vocablos griegos "dêmos" y "krátos", que se traducen como "pueblo" y "poder" respectivamente. Sin embargo, a pesar de su aparente claridad etimológica, el significado original de este concepto es ambiguo y ha evolucionado a lo largo del tiempo.

En sus primeras referencias, "dêmos" se utilizaba para denotar a los soldados en contraposición a sus líderes y reyes en la época homérica. Con el tiempo, adquirió un sentido más amplio para referirse a los "inferiores" en relación con quienes ostentaban el poder, los "dynatoí". Hacia finales del siglo VI a.C., el término en singular tomó una acepción más colectiva, abarcando a todos los miembros de una comunidad.

Se menciona una importante conexión conceptual entre "dêmos" y "nómos", es decir, entre el "pueblo" y la "ley". Esta relación, destacada por el filósofo Heráclito en su fragmento 44, sugiere que el pueblo debe defender la ley como si fueran murallas.

En cuanto al término "krátos", asociado desde tiempos homéricos al "poder" en el sentido de "gobierno", se utilizaba paralelamente al término "arché" que, a partir del siglo VI a.C., se convirtió en la institución dominante en referencia al gobierno. Esto plantea interrogantes sobre la verdadera naturaleza del poder democrático en la antigua Grecia. ¿En realidad, la "dêmokratía" otorgaba poder al pueblo, o solo representaba una forma de gobierno en la que el poder seguía concentrado en una élite gobernante?[1]

Desde una perspectiva crítica, es necesario analizar en profundidad el desarrollo y la evolución de la democracia en la Antigua Grecia. Si bien la etimología de la palabra sugiere una forma de gobierno basada en el poder del pueblo, los matices semánticos y la relación con la ley plantean interrogantes sobre su verdadera naturaleza. ¿Acaso la democracia griega fue realmente una democracia en su sentido más puro, o simplemente una forma de gobierno aparentemente inclusiva, pero en la que el poder seguía residiendo en las manos de unos pocos? Acaso no es este el caso ecuatoriano.

3.- La democracia en Ecuador

La Constitución de la República del Ecuador proclama que somos un Estado Constitucional de Derechos y Justicia, social, democrático. El artículo 95 de la Constitución destaca la participación protagónica de los ciudadanos en la gestión de asuntos públicos y en el control popular de las instituciones estatales y sociales. Sin embargo, la realidad política del Ecuador muestra que, en muchos casos, las decisiones son tomadas de manera unilateral por los representantes del gobierno, sin una participación ciudadana real y significativa. A menudo, los mecanismos de participación directa y comunitaria son insuficientes o incluso ignorados, lo que genera un distanciamiento entre el gobierno y la ciudadanía.

Asimismo, el énfasis en la igualdad, la autonomía y la deliberación pública en el proceso participativo planteado en el artículo 95, muchas veces se ve limitado por intereses particulares o grupos de poder que no permiten una verdadera representación de la diversidad de opiniones y perspectivas ciudadanas. El respeto a la diferencia y la interculturalidad también se enfrentan a desafíos importantes, especialmente en lo que respecta a las comunidades, pueblos y nacionalidades, cuyas voces y necesidades a menudo no son suficientemente consideradas en la toma de decisiones.

Si bien la Constitución de la República del Ecuador enfatiza la importancia de la participación ciudadana y la construcción del poder ciudadano, es necesario evaluar si estos principios se aplican verdaderamente en la práctica política del país. La falta de una participación efectiva y significativa, así como la limitada representación de la diversidad de opiniones, plantean interrogantes sobre la autenticidad de la democracia en Ecuador. Es esencial que se aborden estas preocupaciones para fortalecer la participación ciudadana y garantizar una verdadera democracia en el país.[2] O de lo contrario seguiremos en la crisis actual.

 4.- La crisis de la democracia en Ecuador

 Según el Informe Latinobarómetro 2021, titulado "Adiós a MACONDO: La Democracia en América Latina” está estable dentro de su estado de malestar, se señala que la pandemia ha puesto un enfoque claro sobre la región, revelando una realidad cruda e innegable. Los ciudadanos, empoderados han abandonado el aislamiento de Macondo para conectarse con el mundo globalizado, lo que ha llevado a elevar sus demandas al ámbito internacional. En el caso ecuatoriano una serie de datos muestran el nivel de apoyo a la democracia en Ecuador durante un período que abarca desde 1995 hasta 2020. Estos datos revelan una fluctuación considerable en el respaldo a la democracia en el país a lo largo de los años.

En un análisis superficial, podemos observar que el apoyo a la democracia tuvo altibajos en distintos momentos desde 1995 hasta 2020. Hubo años en los que el porcentaje de apoyo fue relativamente alto, como en 2007 y 2017, con cifras del 65% y 67%, respectivamente. Sin embargo, también hubo años en los que el apoyo fue notablemente bajo, como en 2002 y 2018, con cifras del 47% y 50%, respectivamente.

Lo más preocupante es la marcada disminución en el apoyo a la democracia entre 2018 y 2020, que se tradujo en un descenso significativo de 17 puntos hasta llegar a 33 puntos porcentuales. Este descenso sugiere que, en un corto período de tiempo, el respaldo ciudadano a la democracia se debilitó considerablemente, lo que plantea interrogantes sobre las razones detrás de esta tendencia negativa[3].

Es importante considerar los acontecimientos políticos y sociales que ocurrieron en Ecuador durante ese período de tiempo para comprender mejor esta caída en el apoyo a la democracia. Factores como la inestabilidad política, la corrupción, la falta de representatividad y la crisis económica podrían haber influido en la percepción de los ciudadanos sobre el sistema democrático y haber contribuido a la pérdida de confianza en sus instituciones.

En síntesis, revela una tendencia preocupante en el apoyo a la democracia en Ecuador, especialmente debido a la disminución significativa entre 2018 y 2020. Para asegurar la estabilidad y fortaleza del sistema democrático en el país, es imperativo tomar acciones que aborden las posibles causas de esta pérdida de confianza ciudadana y promuevan una mayor participación. No obstante, para finalizar quisiera entrar de forma breve a relacionar la democracia en la Orden.

 5.- La democracia en la Orden

Helmut Einalter expresa el potencial democrático de la masonería y su desarrollo en las logias, una obra interesante. Y, toma como referencia a la Logia Provincial y Gran Logia de Austria en 1784 como ejemplo de una unión democrática que puede ser relevante en ese contexto histórico específico, pero no necesariamente refleja la situación en todas las logias masónicas en la actualidad. La masonería ha evolucionado y experimentado cambios a lo largo del tiempo, por lo que es importante considerar cómo se manifiesta el potencial democrático en las logias contemporáneas[4]. Si bien la afirmación de Einalter sobre el potencial democrático de la masonería es interesante, también es necesario analizarla críticamente y contextualizarla dentro de la realidad práctica.

Así, en la Constitución de la Muy Respetable Gran Logia del Austro Ecuatoriano plantea un sistema aparentemente democrático para la elección de sus cargos directivos y oficiales. Sin embargo, al examinar detenidamente el texto, surgen aspectos que generan cuestionamientos sobre la verdadera representatividad dentro de la Logia.

En primer lugar, el artículo 18 establece que los miembros de la Gran Logia elegirán a sus dirigentes en una reunión ordinaria que se realiza cada año impar. Aunque esto podría sugerir una elección periódica y abierta, el texto omite detalles sobre el proceso de votación, la forma en que se presenta la candidatura y si se permite la participación de otros miembros en la nominación de candidatos. Esta falta de información puede generar dudas sobre la equidad del proceso electoral y si todos los miembros tienen una oportunidad igual de postularse para los cargos directivos.

Además, el artículo establece que solo los "miembros natos" de la Gran Logia tienen voz y voto en las decisiones. Esta exclusión de ciertos miembros plantea interrogantes sobre la representatividad y la inclusión de diferentes perspectivas dentro de la Orden. ¿Por qué se les otorgan estos derechos? Esto puede generar un grado de discriminación dentro de la Gran Logia. Esta restricción puede perpetuar a ciertos líderes que se mantienen en el poder de manera indefinida, sin dar espacio a nuevas voces y perspectivas en la dirección de la Gran Logia.

La democratización en la masonería es sin duda un avance importante al permitir la participación de las mujeres, pero es necesario cuestionar si realmente va más allá de esa inclusión. Si bien es positivo que se estén dando pasos hacia una mayor apertura, hay aspectos clave que aún deben ser revisados para lograr una verdadera democratización. Uno de los aspectos que resalta es la elección del Venerable Maestro, una posición de liderazgo dentro de la Orden. Si se busca una verdadera democratización, esta elección debe ser más abierta y participativa, involucrando a un mayor número de miembros. Sin embargo, no se debe perder de vista la importancia de ciertos requisitos que aseguren la capacidad y compromiso de quien asuma dicho cargo. En este sentido, encontrar un equilibrio entre la apertura y los criterios de selección es esencial.

Por otro lado, es preocupante que los requisitos para participar en las elecciones puedan ser excluyentes. Si realmente se quiere abrazar la democracia, se debe permitir que cualquier miembro que cumpla con las condiciones básicas pueda aspirar a cargos y responsabilidades dentro de la Orden. De lo contrario, se corre el riesgo de restringir el acceso a oportunidades para aquellos que pueden tener valiosas contribuciones.

Es necesario cuestionar la afirmación de que la masonería apoya la democracia si dentro de sus propias filas no se vive plenamente esa democracia. Si se quiere ser un ejemplo para la sociedad, la Orden debe trabajar desde su interior para asegurar que sus principios democráticos se reflejen en la toma de decisiones y la participación de todos sus miembros.

En cuanto al aporte de la masonería a la democracia, es innegable que algunos de sus miembros han sido destacados políticos que han influido en la historia de diversos países. Muchos de nuestros Queridos Hermanos han sido notables políticos que han aportado mucho a la democracia como George Washington, Theodore Roosevelt, el propio Salvador Allende, e incluso en Ecuador los grandes gestores de la independencia como Eugenio Espejo, Juan Pio Montufar, el padre del liberalismo Eloy Alfaro y como olvidar a Luis Vargas Torres. Sin embargo, esto no garantiza que la masonería como institución promueva de forma activa y concreta los valores democráticos en la sociedad. Los logros individuales de algunos miembros no pueden ser tomados como una representación automática de toda la Orden.

La participación política desde la masonería es valiosa y necesaria, siempre y cuando se enfoque en promover principios democráticos, pluralismo y deliberación abierta. La Orden debe fomentar la formación de sus miembros en conceptos sobre la democracia y la política, para que puedan llevar esos conocimientos a espacios sociales más amplios y contribuir positivamente al debate público, que estos se exterioricen en la sociedad.

Si bien la apertura a la participación de las mujeres en la masonería representa un avance hacia la democratización, aún hay desafíos pendientes que deben ser abordados. La elección de líderes y la inclusión de nuevos miembros deben ser más democráticas, sin excluir a aquellos que cumplen con los requisitos básicos. Además, la masonería debe asegurarse de que sus prácticas internas reflejen verdaderamente los valores democráticos que afirma apoyar. Y debe generar los proyectos necesarios para que su aporte sea significativo en la promoción de la democracia y la participación política en la sociedad.

En el corto plazo, se debe reformar la Constitución de la Muy Respetable Gran Logia del Austro Ecuatoriano para fortalecer la legitimidad y transparencia en su funcionamiento, debería revisar y aclarar estos aspectos y permitir una mayor participación y representación de todos los miembros en la toma de decisiones.

 Conclusión

En el contexto ecuatoriano, a pesar de contar con una Constitución que proclama principios democráticos y participativos, la realidad política revela desafíos importantes. La participación ciudadana efectiva y la representación de diversas perspectivas siguen siendo limitadas, lo que pone en duda la autenticidad de la democracia en el país. La crisis de apoyo a la democracia en los últimos años es un llamado de alerta que debe atenderse mediante acciones concretas para restaurar la confianza ciudadana en el sistema político. O sino devendrá la autocracia o la dictadura.

En relación con la Orden, si bien se ha destacado su potencial democrático, también hemos observado que pueden existir aspectos que comprometen la transparencia y la inclusión de todos los miembros en la toma de decisiones. Es fundamental revisar y mejorar estos aspectos para fortalecer la legitimidad y representatividad dentro de la Orden.

La democracia, como sistema político, debe evolucionar y adaptarse a los cambios y demandas de la sociedad en constante transformación. La experiencia del caso ecuatoriano y la exploración de las concepciones sobre la democracia nos brindan valiosas lecciones que deben guiar nuestros esfuerzos para construir una sociedad más justa, inclusiva y participativa en el futuro. Recordemos como decía el Querido Hermano Winston Churchill “La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás”.

 Vicente Solano

Ap:. M:.




[1] Guariglia, Osvaldo. "Democracia: origen, concepto y evolución según Aristóteles." CONICET (Argentina) en https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/32598/1/Doxa_33_09.pdf

[2] Constitución de la República del Ecuador, ARTÍCULOS 1, 95, 96.

[3] Informe Latinobarómetro 2021.Adiós a MACONDO. La Democracia en América Latina (Santiago de Chile, 7 de octubre de 2021) [Fuente: https://www.latinobarometro.org/latContents.jsp]

[4] Einalter, Helmut. "Masonería y Democracia." Universidad de Innsbruck.


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