jueves, 25 de enero de 2024

CONCEPCIONES SOBRE LA DEMOCRACIA, ANÁLISIS SOBRE EL CASO ECUATORIANO

 A.·. L.·. G.·. D.·. G.·. G.·. D.·. U.·.

AA.·. LL.·. y AA.·. MM.·.

F.·. B.·. L.·. S.·. HIRAM ABIF No. 2

“Algún día América tendrá una voz de continente, una voz de pueblo unido. Una voz que será respetada y oída; porque será la voz de pueblos dueños de su propio destino”.

Q:. H:. Salvador Allende



1.     Inicio

En el presente trazado, se explorarán diferentes concepciones sobre la democracia y se realizará un análisis sobre el caso ecuatoriano, evaluando si los principios democráticos proclamados en su Constitución se reflejan en la práctica política del país. Además, se abordará de forma brevísima la relación entre la democracia y la masonería, considerando el potencial democrático de la Orden y su relevancia en la sociedad actual. En conjunto, este análisis busca comprender la naturaleza de la democracia en diferentes contextos y su evolución a lo largo del tiempo, con el fin de arrojar luz sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan “las democracias” en la actualidad.

 2.     El sintagma

El significado y desarrollo del sintagma "dêmokratía". La etimología de la palabra, derivada de los vocablos griegos "dêmos" y "krátos", que se traducen como "pueblo" y "poder" respectivamente. Sin embargo, a pesar de su aparente claridad etimológica, el significado original de este concepto es ambiguo y ha evolucionado a lo largo del tiempo.

En sus primeras referencias, "dêmos" se utilizaba para denotar a los soldados en contraposición a sus líderes y reyes en la época homérica. Con el tiempo, adquirió un sentido más amplio para referirse a los "inferiores" en relación con quienes ostentaban el poder, los "dynatoí". Hacia finales del siglo VI a.C., el término en singular tomó una acepción más colectiva, abarcando a todos los miembros de una comunidad.

Se menciona una importante conexión conceptual entre "dêmos" y "nómos", es decir, entre el "pueblo" y la "ley". Esta relación, destacada por el filósofo Heráclito en su fragmento 44, sugiere que el pueblo debe defender la ley como si fueran murallas.

En cuanto al término "krátos", asociado desde tiempos homéricos al "poder" en el sentido de "gobierno", se utilizaba paralelamente al término "arché" que, a partir del siglo VI a.C., se convirtió en la institución dominante en referencia al gobierno. Esto plantea interrogantes sobre la verdadera naturaleza del poder democrático en la antigua Grecia. ¿En realidad, la "dêmokratía" otorgaba poder al pueblo, o solo representaba una forma de gobierno en la que el poder seguía concentrado en una élite gobernante?[1]

Desde una perspectiva crítica, es necesario analizar en profundidad el desarrollo y la evolución de la democracia en la Antigua Grecia. Si bien la etimología de la palabra sugiere una forma de gobierno basada en el poder del pueblo, los matices semánticos y la relación con la ley plantean interrogantes sobre su verdadera naturaleza. ¿Acaso la democracia griega fue realmente una democracia en su sentido más puro, o simplemente una forma de gobierno aparentemente inclusiva, pero en la que el poder seguía residiendo en las manos de unos pocos? Acaso no es este el caso ecuatoriano.

3.- La democracia en Ecuador

La Constitución de la República del Ecuador proclama que somos un Estado Constitucional de Derechos y Justicia, social, democrático. El artículo 95 de la Constitución destaca la participación protagónica de los ciudadanos en la gestión de asuntos públicos y en el control popular de las instituciones estatales y sociales. Sin embargo, la realidad política del Ecuador muestra que, en muchos casos, las decisiones son tomadas de manera unilateral por los representantes del gobierno, sin una participación ciudadana real y significativa. A menudo, los mecanismos de participación directa y comunitaria son insuficientes o incluso ignorados, lo que genera un distanciamiento entre el gobierno y la ciudadanía.

Asimismo, el énfasis en la igualdad, la autonomía y la deliberación pública en el proceso participativo planteado en el artículo 95, muchas veces se ve limitado por intereses particulares o grupos de poder que no permiten una verdadera representación de la diversidad de opiniones y perspectivas ciudadanas. El respeto a la diferencia y la interculturalidad también se enfrentan a desafíos importantes, especialmente en lo que respecta a las comunidades, pueblos y nacionalidades, cuyas voces y necesidades a menudo no son suficientemente consideradas en la toma de decisiones.

Si bien la Constitución de la República del Ecuador enfatiza la importancia de la participación ciudadana y la construcción del poder ciudadano, es necesario evaluar si estos principios se aplican verdaderamente en la práctica política del país. La falta de una participación efectiva y significativa, así como la limitada representación de la diversidad de opiniones, plantean interrogantes sobre la autenticidad de la democracia en Ecuador. Es esencial que se aborden estas preocupaciones para fortalecer la participación ciudadana y garantizar una verdadera democracia en el país.[2] O de lo contrario seguiremos en la crisis actual.

 4.- La crisis de la democracia en Ecuador

 Según el Informe Latinobarómetro 2021, titulado "Adiós a MACONDO: La Democracia en América Latina” está estable dentro de su estado de malestar, se señala que la pandemia ha puesto un enfoque claro sobre la región, revelando una realidad cruda e innegable. Los ciudadanos, empoderados han abandonado el aislamiento de Macondo para conectarse con el mundo globalizado, lo que ha llevado a elevar sus demandas al ámbito internacional. En el caso ecuatoriano una serie de datos muestran el nivel de apoyo a la democracia en Ecuador durante un período que abarca desde 1995 hasta 2020. Estos datos revelan una fluctuación considerable en el respaldo a la democracia en el país a lo largo de los años.

En un análisis superficial, podemos observar que el apoyo a la democracia tuvo altibajos en distintos momentos desde 1995 hasta 2020. Hubo años en los que el porcentaje de apoyo fue relativamente alto, como en 2007 y 2017, con cifras del 65% y 67%, respectivamente. Sin embargo, también hubo años en los que el apoyo fue notablemente bajo, como en 2002 y 2018, con cifras del 47% y 50%, respectivamente.

Lo más preocupante es la marcada disminución en el apoyo a la democracia entre 2018 y 2020, que se tradujo en un descenso significativo de 17 puntos hasta llegar a 33 puntos porcentuales. Este descenso sugiere que, en un corto período de tiempo, el respaldo ciudadano a la democracia se debilitó considerablemente, lo que plantea interrogantes sobre las razones detrás de esta tendencia negativa[3].

Es importante considerar los acontecimientos políticos y sociales que ocurrieron en Ecuador durante ese período de tiempo para comprender mejor esta caída en el apoyo a la democracia. Factores como la inestabilidad política, la corrupción, la falta de representatividad y la crisis económica podrían haber influido en la percepción de los ciudadanos sobre el sistema democrático y haber contribuido a la pérdida de confianza en sus instituciones.

En síntesis, revela una tendencia preocupante en el apoyo a la democracia en Ecuador, especialmente debido a la disminución significativa entre 2018 y 2020. Para asegurar la estabilidad y fortaleza del sistema democrático en el país, es imperativo tomar acciones que aborden las posibles causas de esta pérdida de confianza ciudadana y promuevan una mayor participación. No obstante, para finalizar quisiera entrar de forma breve a relacionar la democracia en la Orden.

 5.- La democracia en la Orden

Helmut Einalter expresa el potencial democrático de la masonería y su desarrollo en las logias, una obra interesante. Y, toma como referencia a la Logia Provincial y Gran Logia de Austria en 1784 como ejemplo de una unión democrática que puede ser relevante en ese contexto histórico específico, pero no necesariamente refleja la situación en todas las logias masónicas en la actualidad. La masonería ha evolucionado y experimentado cambios a lo largo del tiempo, por lo que es importante considerar cómo se manifiesta el potencial democrático en las logias contemporáneas[4]. Si bien la afirmación de Einalter sobre el potencial democrático de la masonería es interesante, también es necesario analizarla críticamente y contextualizarla dentro de la realidad práctica.

Así, en la Constitución de la Muy Respetable Gran Logia del Austro Ecuatoriano plantea un sistema aparentemente democrático para la elección de sus cargos directivos y oficiales. Sin embargo, al examinar detenidamente el texto, surgen aspectos que generan cuestionamientos sobre la verdadera representatividad dentro de la Logia.

En primer lugar, el artículo 18 establece que los miembros de la Gran Logia elegirán a sus dirigentes en una reunión ordinaria que se realiza cada año impar. Aunque esto podría sugerir una elección periódica y abierta, el texto omite detalles sobre el proceso de votación, la forma en que se presenta la candidatura y si se permite la participación de otros miembros en la nominación de candidatos. Esta falta de información puede generar dudas sobre la equidad del proceso electoral y si todos los miembros tienen una oportunidad igual de postularse para los cargos directivos.

Además, el artículo establece que solo los "miembros natos" de la Gran Logia tienen voz y voto en las decisiones. Esta exclusión de ciertos miembros plantea interrogantes sobre la representatividad y la inclusión de diferentes perspectivas dentro de la Orden. ¿Por qué se les otorgan estos derechos? Esto puede generar un grado de discriminación dentro de la Gran Logia. Esta restricción puede perpetuar a ciertos líderes que se mantienen en el poder de manera indefinida, sin dar espacio a nuevas voces y perspectivas en la dirección de la Gran Logia.

La democratización en la masonería es sin duda un avance importante al permitir la participación de las mujeres, pero es necesario cuestionar si realmente va más allá de esa inclusión. Si bien es positivo que se estén dando pasos hacia una mayor apertura, hay aspectos clave que aún deben ser revisados para lograr una verdadera democratización. Uno de los aspectos que resalta es la elección del Venerable Maestro, una posición de liderazgo dentro de la Orden. Si se busca una verdadera democratización, esta elección debe ser más abierta y participativa, involucrando a un mayor número de miembros. Sin embargo, no se debe perder de vista la importancia de ciertos requisitos que aseguren la capacidad y compromiso de quien asuma dicho cargo. En este sentido, encontrar un equilibrio entre la apertura y los criterios de selección es esencial.

Por otro lado, es preocupante que los requisitos para participar en las elecciones puedan ser excluyentes. Si realmente se quiere abrazar la democracia, se debe permitir que cualquier miembro que cumpla con las condiciones básicas pueda aspirar a cargos y responsabilidades dentro de la Orden. De lo contrario, se corre el riesgo de restringir el acceso a oportunidades para aquellos que pueden tener valiosas contribuciones.

Es necesario cuestionar la afirmación de que la masonería apoya la democracia si dentro de sus propias filas no se vive plenamente esa democracia. Si se quiere ser un ejemplo para la sociedad, la Orden debe trabajar desde su interior para asegurar que sus principios democráticos se reflejen en la toma de decisiones y la participación de todos sus miembros.

En cuanto al aporte de la masonería a la democracia, es innegable que algunos de sus miembros han sido destacados políticos que han influido en la historia de diversos países. Muchos de nuestros Queridos Hermanos han sido notables políticos que han aportado mucho a la democracia como George Washington, Theodore Roosevelt, el propio Salvador Allende, e incluso en Ecuador los grandes gestores de la independencia como Eugenio Espejo, Juan Pio Montufar, el padre del liberalismo Eloy Alfaro y como olvidar a Luis Vargas Torres. Sin embargo, esto no garantiza que la masonería como institución promueva de forma activa y concreta los valores democráticos en la sociedad. Los logros individuales de algunos miembros no pueden ser tomados como una representación automática de toda la Orden.

La participación política desde la masonería es valiosa y necesaria, siempre y cuando se enfoque en promover principios democráticos, pluralismo y deliberación abierta. La Orden debe fomentar la formación de sus miembros en conceptos sobre la democracia y la política, para que puedan llevar esos conocimientos a espacios sociales más amplios y contribuir positivamente al debate público, que estos se exterioricen en la sociedad.

Si bien la apertura a la participación de las mujeres en la masonería representa un avance hacia la democratización, aún hay desafíos pendientes que deben ser abordados. La elección de líderes y la inclusión de nuevos miembros deben ser más democráticas, sin excluir a aquellos que cumplen con los requisitos básicos. Además, la masonería debe asegurarse de que sus prácticas internas reflejen verdaderamente los valores democráticos que afirma apoyar. Y debe generar los proyectos necesarios para que su aporte sea significativo en la promoción de la democracia y la participación política en la sociedad.

En el corto plazo, se debe reformar la Constitución de la Muy Respetable Gran Logia del Austro Ecuatoriano para fortalecer la legitimidad y transparencia en su funcionamiento, debería revisar y aclarar estos aspectos y permitir una mayor participación y representación de todos los miembros en la toma de decisiones.

 Conclusión

En el contexto ecuatoriano, a pesar de contar con una Constitución que proclama principios democráticos y participativos, la realidad política revela desafíos importantes. La participación ciudadana efectiva y la representación de diversas perspectivas siguen siendo limitadas, lo que pone en duda la autenticidad de la democracia en el país. La crisis de apoyo a la democracia en los últimos años es un llamado de alerta que debe atenderse mediante acciones concretas para restaurar la confianza ciudadana en el sistema político. O sino devendrá la autocracia o la dictadura.

En relación con la Orden, si bien se ha destacado su potencial democrático, también hemos observado que pueden existir aspectos que comprometen la transparencia y la inclusión de todos los miembros en la toma de decisiones. Es fundamental revisar y mejorar estos aspectos para fortalecer la legitimidad y representatividad dentro de la Orden.

La democracia, como sistema político, debe evolucionar y adaptarse a los cambios y demandas de la sociedad en constante transformación. La experiencia del caso ecuatoriano y la exploración de las concepciones sobre la democracia nos brindan valiosas lecciones que deben guiar nuestros esfuerzos para construir una sociedad más justa, inclusiva y participativa en el futuro. Recordemos como decía el Querido Hermano Winston Churchill “La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás”.

 Vicente Solano

Ap:. M:.




[1] Guariglia, Osvaldo. "Democracia: origen, concepto y evolución según Aristóteles." CONICET (Argentina) en https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/32598/1/Doxa_33_09.pdf

[2] Constitución de la República del Ecuador, ARTÍCULOS 1, 95, 96.

[3] Informe Latinobarómetro 2021.Adiós a MACONDO. La Democracia en América Latina (Santiago de Chile, 7 de octubre de 2021) [Fuente: https://www.latinobarometro.org/latContents.jsp]

[4] Einalter, Helmut. "Masonería y Democracia." Universidad de Innsbruck.


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